Este post está dirigido a todo aquel que en 2025 va a tener que enfrentarse a uno de los años más complejos en materia ESG que recuerdo.
Ya seas la persona responsable de sostenibilidad en tu empresa, un consultor ESG, un auditor o, simplemente, una persona interesada en estos temas, este post es para ti (si aguantas leyendo 5 minutos claro)
Este mismo post lo hice el año pasado para el periódico Tribuna Andalucía y tuvo una gran acogida, puesto que todo el mundo estaba viendo las orejas al lobo. Te lo dejo en este enlace por si quieres leerlo también.
Pero bueno, ya basta de intros, vamos al lío…
Son muchas cosas por lo que vamos por partes:
Transposición de la CSRD. ¿Un lastre para la economía europea?
Sí… parece ser que POR FIN va a transponerse nuestra querida Directiva a la que todo el mundo le tiene tanto miedo.
Con lo bien que se vivía con la querida NFRD y nuestra Ley 11/2018 con la que solo teníamos que hacer un Estado de Información no Financiera (o un EINF como se le llama normalmente).
Vamos a ver, aquí hay varios puntos que creo que se deben tocar, porque no todo es tan negro como lo hacen ver por las redes sociales…
Hay mucho interés por ahí de que las empresas se pongan nerviosas para sacarles los ojos con soluciones mágicas y sofisticadas.
Los ESRS o NEIS serán una carga de trabajo adicional
Por un lado, es innegable que la nueva normativa es una carga de trabajo adicional para las empresas obligadas a hacer este nuevo Informe de Sostenibilidad o Estado de Sostenibilidad (como lo quieras llamar).
Se pasa de un informe en el que, literalmente, «vale todo» (los EINF) a un informe basado en unas normas que cuentan con más de 1.000 indicadores llamados DATAPOINTS, los cuales tienen un criterio homogéneo de reporte para que dicha información sea comparable.
Estamos de acuerdo en que:
- Es mucho más curro.
- Las empresas NO tienen ahora mismo los recurso internos para afrontar este reporte.
- Esto va a desembocar en un aumento de gasto tanto en asesoramiento como en auditoría
Además, concretamente esta última, se endurece muchísimo, puesto que ahora ya no es una verificación limitada, sino que tendrán enfoque «razonable», es decir, te van a ver hasta si el papel higiénico tiene doble capa.
Entonces, ¿Dónde está lo positivo de todo esto?
Pues bien, voy a intentar resumírtelo en pocas líneas.
Doble materialidad ESG como oportunidad para las empresas
Comenzamos por el principio, para montar este tremendo sistema de indicadores tenemos que hacer lo posible por que los cimientos estén bien construidos.
Si no se hace esto bien todo lo que venga tras esta fase estará tambaleándose y cogido con pinzas.
¿Por qué digo que la doble materialidad es una oportunidad para las empresas?
Muy sencillo, se trata de un análisis en el que:
Materialidad de impacto. De dentro hacia fuera.
Por un lado, tienes que analizar a tu entorno y grupos de interés (materialidad de impacto), algo enriquecedor puesto que es información sobre las expectativas de estos que se pueden aprovechar de mil y una maneras en beneficio de la empresa.
Además, es una oportunidad tremenda para identificar aquellos temas que no estamos haciendo tan bien y que si no se mejorar, pueden ser un problema muy grave en el futuro.
Un par de ejemplo de esto podrían ser que estemos emitiendo más de la cuenta contaminantes atmosféricos o emisiones GEI o que estemos haciendo las cosas regular en cuando a cuestiones de salud y seguridad de personal de la cadena de valor, ya me entiendes…
Materialidad financiera. De fuera hacia dentro.
Por otro lado, tendrás que analizar los riesgos a los que tu empresa está expuesta en materia ESG.
Entiendo que esto se explica solo, ¿no?
Es departamento de riesgos, en mi opinión es el más importante de una empresa.
Te pongo el mejor ejemplo que puedo darte.
Yo con mis empresas estoy constantemente pensando en «por dónde me van a venir las h…» y cómo puedo evitarlo.
Pues esto mismo es la materialidad financiera, pero llevada a los riesgos ESG, que abarcan básicamente todo lo que se te ocurra tal y como están planteadas las NEIS.
Básicamente, la ventaja de hacer este análisis es el disponer de un estudio pormenorizado de los riesgos que de materializarse te pueden afectar en el resultado de tu empresa.
A mi me gusta hacer estos estudios teniendo en cuenta lo siguiente, puesto que es lo que a mi me dolería en mis negocios:
- Posibles pérdidas de EBITDA
- Posibles pérdidas de reputación
- Afección al flujo de caja
- Posibles interrupciones de suministro
- Entre otros.
¿Te he convencido o sigues pensando que esto no vale para nada?
Pues ahora te cuento cómo el cumplimiento de las NEIS en tu reporte ESG puede tocarte el bolsillo (para bien).
Taxonomía verde y su vínculo con el reporte ESG
Soy ambientólogo y la primera vez que escuché la palabra «taxonomía», pensaba que las empresas iban a tener que reportar las clasificaciones de insectos que afectaban con su actividad.
Es un chiste muy malo… pero me entenderán mi colegas ambientólogos.
Pues no, no tiene nada que ver con clases de bichos.
Se trata de un sistema de clasificación de actividades con el objetivo de definir «taxativamente» que dicha actividad es considerada ambientalmente sostenible.
Digo «ambientalmente sostenible» y no «sostenible» porque a fecha de redacción de este post la taxonomía social no hay manera de sacarla adelante, demasiado compleja la homogeneización.
No me voy más por las ramas. ¿En qué puede ayudar la taxonomía a tu empresa?
Muy sencillo, en abrirte las puertas a nuevas vías de:
- Inversión privada de fondos con criterios de inversión sostenible.
- Mejora de calificación de en Ratings ESG
- Acceso a subvenciones, puesto que todas valorarán criterios de taxonomía (DNSH seguro que te lo habrás encontrado)
- Acceso a financiación. Los bancos deben reportar el porcentaje de su cartera que es «sostenible» (GAR o Green Assets Ratio), por lo que están ofreciendo mejores condiciones para las empresas que están avanzando en materia ESG.
- Entre otros.
¿Ahora qué?
¿Sigue siendo una carga de trabajo adicional o vas viendo la utilidad a todo esto?
Cumplimiento ESG como ventaja competitiva
Podría darte más argumentos sobre porqué pienso que cumplir con la normativa ESG es una ventaja para las empresas y, ni mucho menos, es un lastre para la economía.
No olvidemos que ESG no es un término que incluya solo temas ambientales y sociales, sino que dentro de la sostenibilidad se incluye la economía de la organización.
NO se puede ser sostenible si las cuentas no salen.
Aún me sorprende que esto sea un argumento en contra de la sostenibilidad.
¿En serio piensan que personas como tú y yo nos dedicamos a esto para hacer perder dinero a las empresas?
Si eso fuera así no tendría ni un solo cliente… No me abrirían ni las puertas!!!
LA SOSTENIBILIDAD ES RENTABLE y NO te hace ser menos competitivo que otras empresas extranjeras que no incluyan criterios ESG en sus organizaciones.
La sostenibilidad te abre nuevos mercados, te da la oportunidad de hacer las cosas bien y seguir siendo rentable a nivel económico.
Quiero saber qué piensas sobre todo esto.
Déjame un comentario para debatir sobre si esto lo que acabo de soltar es real o es una utopía que me he inventado.
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Te lo cuento como te gusta que te expliquen las cosas, no como los que te lo explican super técnico y a los dos minutos no sabes ni dónde estás.
Nos vemos en el próximo post! =)
Abi
2 comentarios en «ESG. Lo que debes saber en 2025»